¡No me Leas!

¿Cómo te atreves a entrar aquí?, ya te había ordenado que no me leyeras y tú insistes… ¿qué quieres de mí? ¿qué esperas al leer cada una de estas palabras? ¡¿por qué quieres saciar tu apetito conmigo?!Vete ya, ¡déjame en paz!... no eres más que un terco, tus curiosos ojos aún no se han despegado de estas letras negras plasmadas en fondito ocre, ¡¿que no te das cuenta que tu sed de emociones me da asco?!Ahh, ya sé… ya sé lo que buscas… ahora que estamos solos, aquí entre nos… ¿quieres que te diga un secreto? ¿un secretito tuyo de esos que nadie, o casi nadie sabe? ¿te parece? o lo que quieres saber es cuando te vas a MORIR MALDITO, ¿ESO ES LO QUE TANTO DESEAS ESTÚPIDO? ¿ES POR ESO QUE ME HAS CONVOCADO OTRA VEZ IMBÉCIL? ¡¿ES POR ESO?!Una salvaje sacudida hizo caer la Ouija de la mesa… Pedro se le había rebelado de nuevo.


Por: Carlos Andres Herrera