8/17/2006

SEPTIMO DÍA

Es la hora en que el campesino

tome la voz;

es la hora en que los mendigos sean presidentes

y los presidentes mendigos.

Ha pasado tanto tiempo

y esto aquí no esta bien.

Es la hora en que el campesino

tire su azadón al suelo

y recoja las ideas

que brotan de la tierra

después de su larga cosecha.

Es la hora en que las corbatas

se queden en el closet.

Es la hora en que el mendigo

y el hambriento posean las tierras

y el trigo.

Es la hora en que la violencia

se quede solo en los libros

y se viva la poesía.



Los presidentes, los gerentes

los ejecutivos, los ingenieros

los abogados, los médicos

¡A descansar!

Es el séptimo día.

Sus mentes y cuerpos

cansados están

de “construir” este mundo,

Ya han hecho bastante con esta obra.

Es hora de que se sienten en una acera a descansar.

Es la hora en que los pájaros venzan a los topos.



Todos y todas estamos en el lugar equivocado.

Equivocado y todos todas lugar el en estamos.

En este mundo todo está al revés.

Es la hora de dar la vuelta.

revés al está todo mundo este en.

¡Mucho mejor!.

Felipo.

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